Un pasillo de la escuela. Dos niños. Uno inmovilizado contra una taquilla. Otro preparado para golpear. Otros niños cercanos, mirando, riéndose, burlándose. Estas son algunas de las imágenes que aparecen en nuestra mente cuando pensamos en el acoso infantil o juvenil, algunas inspiradas en el cine y la televisión, otras en los recuerdos. Pero el acoso no siempre encaja en este escenario, y los jóvenes que lo reciben no son los únicos que salen perjudicados.
El Mes Nacional de la Prevención del Acoso Escolar, que se celebra en octubre, nos brinda la oportunidad de ampliar nuestra comprensión del acoso escolar y fomentar la capacidad de recuperación de los niños y adolescentes. En los Boys & Girls Clubs, los jóvenes aprenden a evitar el acoso como desahogo emocional y practican habilidades como la introspección, el autocontrol y la empatía para sortear el acoso en la escuela, entre amigos y en el ciberespacio.
Desde la exclusión hasta la electrónica, aprende más sobre qué, por qué y cómo el acoso puede afectar a los niños y adolescentes y las formas de ser proactivo contra él.
Desglose: ¿Qué es el acoso escolar?
Quizá la primera cuestión sobre el acoso escolar sea cómo definirlo. El acoso es un daño intencionado que se repite y trata de crear un desequilibrio de poder. Desenmascaremos esto:
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- El acoso es intencionado, no es accidental. Que un joven haga daño, asuste o humille a otra persona significa hacerlo específicamente a esa persona, y es probable que ambos se conozcan.
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- El acoso se repite. El acoso implica un ciclo de daño entre los acosadores y sus objetivos. Si alguien es acosado una vez, hay muchas posibilidades de que vuelva a ocurrir.
- El acoso trata de crear un desequilibrio de poder. Para fortalecerse, los acosadores intentan hacer que los demás se sientan pequeños por sus diferencias. Esto puede estar relacionado con la condición social, la edad, la identidad cultural, la expresión de género, la orientación sexual y las diferencias de capacidad, como tener una discapacidad.
En el acoso también intervienen tres partes esenciales: el agresor, el objetivo y el testigo. Muchos jóvenes desempeñarán una combinación de estos papeles en sus interacciones sociales. Por ejemplo, un alumno de secundaria molesto por un rumor que daña su reputación puede también estar difundiendo mentiras sobre sus compañeros para ayudar a desviar la atención de ellos.
A los matones también les gusta tener público. Tanto si los espectadores disfrutan del espectáculo, como si se desentienden o intentan intervenir, su presencia permite a los acosadores mostrar su dominio y ser recordados por ello por sus compañeros. Incluso si el incidente de acoso no tiene público, un acosador suele presumir de sus acciones ante sus amigos y compañeros.
Comprender los motivos: ¿Por qué los niños intimidan?
Los matones suelen ser encasillados como grandes brutos que golpean a niños flacos con gafas. Pero la verdad es que cualquiera puede ser un matón.
Cuando se les preguntó por qué acosaban a otros, los jóvenes dijeron a Boys & Girls Clubs of America:
- “Me siento más fuerte, más inteligente o mejor que la persona a la que acoso”.
- “Me acosan en casa”.
- “Es lo que haces si quieres juntarte con la gente adecuada”.
- “Veo que otros lo hacen”.
- “Estoy celoso de la otra persona”.
- “Es una de las mejores maneras de evitar que los demás me intimiden”.
Estas respuestas demuestran que los acosadores no tienen por qué ser más grandes o más fuertes que sus objetivos; su “poder” puede provenir de intentar ser percibidos como populares, influyentes, inteligentes o atléticos. Sin embargo, a menudo, cuando un niño o un adolescente instiga el acoso, está relacionado con algo más, como:
- Expresar la rabia contra amigos, padres, hermanos, profesores, etc. metiéndose con otra persona más vulnerable
- Dañar a otros en respuesta a que ellos mismos son acosados
- Actuar cuando no recibe suficiente atención en casa
- Actuar cuando no saben cómo ser sociales o amistosos
- Tener una baja autoestima o una mala opinión de los demás
- Tener problemas para seguir las reglas
- Tener amigos que intimidan a otros
El acoso escolar en acción: ¿Cómo se enfrentan los jóvenes al acoso hoy en día?
Reconocer todas las formas de acoso es importante porque todas causan daño, no sólo al niño acosado, sino también a los testigos y a los acosadores.
He aquí tres formas en las que los jóvenes suelen sufrir acoso por parte de compañeros o adultos en su vida:
- El acoso directo se dirige a un joven con ataques físicos o verbales.
- ¿Qué aspecto tiene esto? Los escenarios pueden incluir, pero no están limitados a:
- Un niño al que sus compañeros le roban la gorra y le dan patatas calientes en el autobús escolar.
- Un adolescente que soporta insultos racistas o generalizaciones hirientes basadas en su vestimenta o apariencia, como llevar un hijab o el pelo en trenzas.
- Un entrenador avergüenza públicamente al mismo jugador en repetidas ocasiones para mejorar su rendimiento en el equipo.
- ¿Qué aspecto tiene esto? Los escenarios pueden incluir, pero no están limitados a:
- El acoso indirecto aísla a un joven dañando sus relaciones con los demás.
- ¿Qué aspecto tiene esto? Los escenarios pueden incluir, pero no están limitados a:
- Una adolescente que afirma que su novio fue “robado” por otra chica y pone a todo su grupo de amigos en contra de ella.
- Un estudiante que se siente humillado por los falsos rumores difundidos sobre su sexualidad o su comportamiento sexual en la escuela.
- Un niño que se queda constantemente fuera de las actividades organizadas por sus compañeros de clase, equipo deportivo o club de estudiantes fuera de la escuela.
- ¿Qué aspecto tiene esto? Los escenarios pueden incluir, pero no están limitados a:
- Ciberacoso amenaza a un joven utilizando plataformas digitales, como los mensajes de texto, las redes sociales, el correo electrónico, los sitios de juegos y otras comunicaciones en línea.
- ¿Qué aspecto tiene esto? Los escenarios pueden incluir, pero no están limitados a:
- Un niño que hace fotos a su amigo y las publica en Internet sin su permiso.
- Alumnos burlándose de un profesor por su sobrepeso en un vídeo compartido en la escuela.
- Adolescentes que animan a autolesionarse o a suicidarse en comentarios hechos en el perfil social de un compañero.
- ¿Qué aspecto tiene esto? Los escenarios pueden incluir, pero no están limitados a:
LEA: Cómo identificar -y combatir- el acoso escolar
En el centro del acoso escolar están las emociones, y al igual que las matemáticas, las ciencias o la lectura, se puede enseñar a los niños y adolescentes a comprender y practicar la inteligencia emocional. Los programas contra el acoso escolar, como WWE’s Be A STAR, proporcionan a los jóvenes del club como Dejae una educación en inteligencia emocional a través de actividades prácticas, mentores afectuosos y espacios seguros e inclusivos. En el Club, Dejae no sólo aprendió a manejar a un acosador como alguien a quien se dirige, sino que, como embajadora adolescente del programa, también apoya a los niños más pequeños para que aprendan a responder al acoso.
Los jóvenes de hoy en día tienen un deseo sincero de hacer el bien con El 92% informa a Boys & Girls Clubs of America que quiere ayudar cuando ve que alguien tiene un problema. Si nos tomamos el tiempo de escuchar y aprender de los jóvenes que nos importan, podemos capacitarlos para que actúen según su compasión y sean seguros e inteligentes a la hora de poner fin al acoso cuando lo vean.