Por Boys & Girls Clubs of America
Los niños y adolescentes de hoy en día necesitan algo más que una hucha o incluso una cuenta corriente para entender el dinero, el presupuesto y la seguridad financiera.
Con un nivel récord de ahorro, un nivel récord de deuda estudiantil y de consumo, un aumento del coste de la vida y una mano de obra en constante cambio, los adolescentes de hoy en día necesitan estar equipados con conocimientos financieros para construir una base estable sobre la que puedan perseguir sus sueños.
La buena noticia es que la alfabetización financiera puede enseñarse a una edad temprana, dando a los niños una ventaja en la comprensión de las finanzas personales.
Nunca empieces el mes sin un plan.
No hay nada que sustituya a la planificación. A principios de mes, siéntate y haz una lista de todo lo que tendrás que pagar en las próximas semanas, así como de las cosas divertidas en las que piensas gastar el dinero, ya sea un par de zapatillas nuevas, material de arte o una cena con tus amigos. Piensa en cuánto tienes, cuál será el dinero que vas a recibir (nómina, dinero para hacer de canguro, cheque de cumpleaños de la abuela, etc.), y luego echa cuentas para asegurarte de que tienes suficiente para cubrir los gastos necesarios. A continuación, examina tus “deseos” y decide en qué merece la pena invertir (consulta el siguiente consejo para obtener orientación financiera al respecto). Tener un planificador de presupuestos para adolescentes no tiene por qué ser complicado: basta con que escribas una sencilla lista que guardes en tu teléfono para llevarla siempre contigo. A continuación, revisa tu plan de gastos mensual una vez a la semana, más o menos, y asegúrate de que todo va por buen camino.
Clasificar las necesidades frente a los deseos.
Esta es la parte difícil. Tu grupo favorito viene a la ciudad y todos tus amigos quieren ver el espectáculo. Pero tu teléfono necesita una batería nueva y el seguro de tu coche está a punto de vencer. Es tan tentador ceder y asaltar tu cuenta de ahorros para poder hacerlo todo. Estas elecciones nunca son divertidas, y no será la última vez que ocurra. Pero recuerda que tu plan de gastos carecerá de sentido si no te ciñes a él (y el mes que viene será mucho más difícil de planificar cuando estés luchando por llegar a fin de mes). Así que sí, habrá momentos en los que necesitarás la convicción de decir que no. Dicho esto, haz un hueco en tu presupuesto para las cosas divertidas, de modo que puedas sentirte bien en esos momentos en los que quieres decir que sí y has planificado para poder decir que sí.
Respeta el poder del crédito.
¿Sabes que los profesores, los padres y otros adultos siempre dicen que una mala decisión puede perseguirte durante años? Eso es definitivamente cierto con el crédito. Los malos hábitos monetarios, como sobrepasar el límite de la tarjeta de crédito o hacer pagos atrasados, aparecerán en su informe de crédito casi de inmediato. Luego, pasan siete años antes de que eso desaparezca de su historial crediticio. Eso puede significar pagar tipos de interés más altos, que te rechacen un préstamo o que no te contraten para un trabajo que quieres. La buena noticia es que ser inteligente con el dinero te ayuda a evitar la trampa del crédito. Todos estos consejos le ayudarán a construir una base financiera para tener cuidado con el crédito.
Sea ahorrador: nunca es demasiado pronto para empezar.
¿Cuál es la mejor manera de evitar el uso de tarjetas de crédito? Construye un colchón de ahorro, de modo que cuando surjan gastos inesperados, no sea necesario recurrir a la tarjeta de crédito. A partir de ahora, cada vez que entre dinero, lo primero que debes hacer es pagarte a ti mismo. Guarda una parte y observa cómo se acumulan esos dólares. Algún día, ese dinero estará ahí para cuando llegue el momento de comprar un coche, ir a la universidad o alquilar un apartamento. El orgullo que sentirás al ver crecer tus ahorros no tiene precio.
Estira tus dólares.
Trabajas duro por tu dinero. Deja que trabaje duro para ti. Antes de comprar, compare. Compare los precios en línea, espere a que haya una rebaja o descargue un cupón digital. O si vas a almorzar, prescinde de la bebida y pide agua helada; luego destina ese dinero a los ahorros. Este tipo de movimientos monetarios inteligentes pueden dejarte un poco más de dinero y facilitar el equilibrio entre tus necesidades, deseos y ahorros. Cuando controlas tus gastos, es mucho más fácil evitar las deudas.
La creación de buenos hábitos financieros en una etapa temprana de la vida puede ayudarle a alcanzar sus objetivos. Siga estos consejos y estará bien encaminado.