¿Qué es la mentalidad? La mentalidad se refiere a cómo pensamos y damos sentido al mundo que nos rodea.
Aunque su hijo reconozca cuándo se siente optimista o desanimado, es posible que no entienda del todo cómo la mentalidad puede influir en su interpretación de la vida cotidiana. Del mismo modo, es posible que no se den cuenta del control que tienen sobre su mentalidad (y, por tanto, sobre su estado de ánimo y sus oportunidades) si adquieren unos cuantos hábitos diarios.
En los Boys & Girls Clubs, el personal y los mentores ayudan a los jóvenes a ganar confianza y a desarrollar todo su potencial. Los clubes animan a los jóvenes a probar programas y actividades que amplíen sus horizontes, y trabajan con los niños y adolescentes para que desarrollen una sana confianza, autodefensa y habilidades de liderazgo.
Los padres, cuidadores y mentores pueden desempeñar un papel importante a la hora de animar a los niños a ser conscientes de cómo la mentalidad puede influir en su día. Al enseñar a los jóvenes a dominar sus mentes, aprenderán hábitos y enfoques saludables para alcanzar su máximo potencial en la vida.
Según Psychology Today, las personas suelen pensar con una “mentalidad de crecimiento” (la creencia de que las capacidades y los talentos de una persona pueden mejorarse con el tiempo) o con una “mentalidad fija” (la creencia de que la capacidad de aprender y mejorar no puede desarrollarse de forma significativa). Aunque ambos tipos pueden ser útiles, los jóvenes deben aprender primero a reconocer dónde se encuentran mientras evalúan el margen de mejora. ¿Afrontan el día con optimismo? ¿Están dispuestos a asumir nuevos retos y creen que tendrán éxito? ¿O creen que no vale la pena intentar ciertas cosas? ¿Cómo abordan los distintos aspectos de su día y de su vida?
Al hablar del concepto de mentalidad saludable con su hijo, es importante recordarle que no tiene por qué ser intimidante. De hecho, desarrollar una mentalidad positiva es algo que todo el mundo, a cualquier edad, sigue trabajando.
He aquí algunos consejos para ayudar a los jóvenes a tomar conciencia de su mentalidad:
Establezca un control personal diario
Trabaje con su hijo para reservar un tiempo cada día para un chequeo diario. Este chequeo diario no sólo es un buen momento para que sintonicen con las emociones que puedan tener sobre su día, sino que también es una oportunidad para reflexionar sobre la raíz de esos sentimientos y hacer un plan de acción que les ayude a construir la confianza para seguir adelante.
Durante estas revisiones, los jóvenes pueden hacerse preguntas como “¿Qué ha ido bien hoy en la escuela?” o “¿Qué quiero que vaya mejor la próxima vez?” Si su hijo tiene dificultades para identificar sus emociones, puede replantear la pregunta para que sea un relleno, por ejemplo, preguntándole: “Mañana, espero que suceda (o no suceda) en la escuela”: “Mañana, espero que pase (o no pase) _____ en el colegio”.
Los controles diarios no tienen por qué ser largos (entre 5 y 15 minutos) y pueden incluirse en cualquier momento del día de su hijo. Pero no deben sentirse como una tarea: si su hijo suele sentirse apurado por las mañanas, considere la posibilidad de sugerirle que se tome un tiempo por las tardes para esta revisión.
Mira más allá de la zona de confort
Algunos jóvenes pueden ver los beneficios de desafiarse a sí mismos en su vida cotidiana, mientras que otros pueden tener miedo de salir de su zona de confort. Como seres humanos de cualquier edad, todos queremos sentir un cierto nivel de confort en nuestra vida diaria. Sin embargo, también sabemos que el crecimiento viene de probar cosas nuevas.
Cuando los niños prueban cosas nuevas, pueden sorprenderse a sí mismos de lo felices que les hizo o del éxito que tuvieron con algo que no creían poder hacer. Esto les permite sentirse más cómodos con lo incómodo y abrir su potencial de crecimiento y oportunidades.
Desafía a tu joven a pensar en un momento en el que hizo algo que le daba miedo hacer. Esto puede ser una poderosa herramienta de reflexión para hacer crecer nuestra mentalidad y recordar a los jóvenes de lo mucho que son capaces cuando creen en sí mismos.
Tal vez fue un nuevo juego o una caminata empinada o un discurso frente a la clase. Recuérdales que, aunque al principio les dio miedo, hicieron algo que nunca pensaron que podían hacer o que tenían confianza en sí mismos. ¡Y celebrar esa victoria! Sea lo que sea, podemos ayudar a motivar a nuestros jóvenes para que se abran a retos nuevos y desconocidos recordándoles lo poderosos que se sentirán después.
Practicar la autoconversación positiva
Muchos de nosotros hemos oído el viejo dicho “Eres la compañía que tienes”, pero ¿cuántos de nosotros pensamos realmente en lo que esto significa? ¿Y cómo podemos enseñar este concepto a nuestros hijos?
El modo en que los adultos que les rodean hablan de sí mismos puede influir a menudo en el modo en que los jóvenes piensan, se relacionan y se hablan a sí mismos. Por ello, los padres y cuidadores pueden ser modelos activos de apoyo a la autoestima de los niños. Demostrar que se habla a sí mismo de forma positiva delante de su joven para modelar lo que es el día a día. Incluso en los días en los que las cosas no salen como estaba previsto, es importante no ser demasiado duro con uno mismo y compartir que esos días son sólo una parte de la vida.
Una práctica común para la autoconversación positiva utilizada es el uso de mantras para reforzar la confianza y dar la bienvenida a los pensamientos positivos. Cada persona tiene diferentes pensamientos que resuenan con sus necesidades más que otros, por lo que es importante animar a tu hijo a identificar qué mantras pueden ayudarle a sentirse más capacitado. Aquí tienes algunos ejemplos de mantras que puedes tener en cuenta; adáptalos según sea necesario para que sean apropiados para la edad de tu hijo y le resuenen:
“Puedo lograr grandes cosas hoy y en el futuro”
“Soy increíble y voy a esforzarme al máximo hoy”.
“Soy merecedor de recibir el amor que doy”
“Soy suficiente tal y como soy”.
Cuanto más repitamos los mantras a diario, más cómodo se sentirá nuestro cerebro al procesar y creer estos pensamientos. Cuando se trata de mejorar nuestra mentalidad, la repetición puede ser muy poderosa.
El poder de la mentalidad
Cuando nos centramos en mejorar nuestra mentalidad, nuestro cerebro empieza a ver el poder que hay detrás de tomar el control de cómo interpretamos nuestro día. La autoconversación positiva pasa de ser un mantra a una creencia, somos más propensos a salir de nuestra zona de confort para probar algo nuevo y nos sentimos capaces de crecer.
Cuando hable de la mentalidad con su hijo e incorpore esta orientación, pídale que comparta cómo se sintió al salir de su zona de confort o qué mantra le funciona mejor. Esto les permite adquirir confianza en estas nuevas habilidades mientras siguen mejorando su mentalidad.