Crédito del artículo: The Center for Parenting Education
Las catástrofes naturales, las crisis provocadas por el hombre, como los accidentes de coche o de avión, o los episodios violentos, como los tiroteos o los atentados, ocurren con demasiada frecuencia hoy en día. Los sucesos traumáticos pueden tener efectos profundos no sólo en quienes se han visto directamente implicados e influenciados, sino también en las personas cercanas a esas personas y en los testigos.
Efectos de la cobertura mediática 24/7
La amplia cobertura de los medios de comunicación que se ha hecho tan frecuente en nuestro mundo significa que el círculo de testigos se ha ampliado para incluir incluso a los que no estaban presentes en el evento. La cobertura de las noticias durante las 24 horas del día hace que las imágenes gráficas e inmediatas de las grandes calamidades nacionales o mundiales lleguen a nuestros hogares.
Cada vez es más difícil evitar que los niños vivan estas catástrofes de forma indirecta y vicaria a través de los medios de comunicación.
Ansiedad en los niños
Las tragedias a gran escala pueden ser extremadamente perturbadoras para los niños, que prosperan con la previsibilidad y la seguridad. Cuando están expuestos a estos acontecimientos catastróficos, ya sea personalmente o a través de los medios de comunicación, los niños suelen mostrar miedos y ansiedades que pueden parecer extremos para los adultos. Normalmente, estas reacciones son normales.
Sin embargo, sin la debida seguridad, el impacto de este tipo de acontecimientos puede permanecer en los niños durante mucho tiempo, incluso durante toda su vida.
La siguiente información puede ayudarle a entender y aliviar los temores y preocupaciones de su hijo. De este modo, podrán ser lo suficientemente resistentes como para capear la catástrofe más traumática y fortalecerse aún más con la experiencia.

1. Ama y nutre a tus hijos
- Exprese su amor.Diga a sus hijos que les quiere más a menudo de lo que suele hacerlo, verbal y físicamente. Abraza mucho a tu hijo, aunque no muestre signos externos de angustia. Los abrazos, el sentarse cerca para leer juntos y los masajes en la espalda pueden ayudar a restablecer la sensación de seguridad del niño.
- Esté disponible.Esté a disposición de sus hijos en la medida de lo posible cuando necesiten hablar de la catástrofe. Es posible que quieras dejar las llamadas telefónicas, los mensajes de texto, los correos electrónicos y las actividades en las redes sociales para después de la hora de acostarse de tu hijo, para que puedas estar disponible para él y para que no se asuste por tus fuertes reacciones ante el evento.
- Déles la oportunidad de expresar sus pensamientos y sentimientos.Recuerde que de todas las cosas que los niños/las personas necesitan en tiempos de crisis, la más importante es la oportunidad de hablar sobre sus reacciones y experiencias.
- Concéntrese en los sentimientos y pensamientos de sus hijos.A la hora de pensar en cómo hablar con ellos, guíate por lo que necesitan y por lo que piensan y sienten. Hazlo sin juzgar ni sugerir nada.
- Fomente el sentido de la conexión.Manténgase cerca, si es posible. Si tienes que irte, prepara bien al niño, asegúrale que estará a salvo y que volverás.
- Busca signos de ansiedad.Estos pueden ser en forma de síntomas físicos, un cambio en el comportamiento, una renuencia a ir a la escuela, actuar o retirarse, o el aumento de la aferrarse.

2. Tranquilice a sus hijos
- Mantenga las rutinas normales en la medida de lo posible.Son tranquilizadoras en momentos de estrés. Mantener una sensación ininterrumpida de seguridad y rutina es una de las cosas más importantes que puede proporcionar a sus hijos, que encuentran consuelo y seguridad en las rutinas y la estructura de su vida cotidiana. Anime a su hijo a participar en las actividades normales y a mantener la rutina familiar en la medida de lo posible.
- Mantenga la calma a la hora de acostarse.Deja más tiempo del habitual para esta transición, si es necesario.
- Asegure a su hijo que él, su familia y su comunidad están a salvo.Hágale saber que le protegerá y que sucesos como este son poco frecuentes. Dígale que siempre habrá alguien que le proteja y cuide. Aunque no podemos dar una tranquilidad total, podemos transmitir a nuestros hijos nuestras esperanzas de que este tipo de tragedias no vuelvan a ocurrir y que todos los adultos de su mundo están haciendo todo lo posible para mantenerlos a salvo.
- Regala a un niño pequeño un juguete reconfortante o algo tuyo para que lo guarde.Puede ser un pañuelo, una foto, una nota, etc. Puede que tu hijo tenga miedo de separarse de ti; tener un recuerdo tuyo cerca puede ayudar.
- Fomentar la discusión o la expresión de sentimientos.Permitir que afloren las ansiedades. Hazle saber a tu hijo que es normal que se sienta preocupado o molesto. Proporcione palabras si su hijo tiene dificultades para etiquetar lo que siente.
- Comparta sus propias reacciones.Esto debe hacerse con moderación y sin abrumar a tus hijos con tus sentimientos. Hazles saber que compartes algunas de sus preocupaciones.
- Hable de las medidas de seguridad que existen.Si es apropiado para la situación y para el niño, infórmele sobre las medidas que su familia y la escuela tienen para mantenerlo a salvo.

3. Enseñe a sus hijos
- Interpretar el evento
- Corresponde a los padres interpretar lo que ha sucedido.Proporcione datos, de acuerdo con la edad y el nivel de comprensión de su hijo. Las respuestas a las preguntas de los niños deben ser sencillas y adecuadas a su edad.
- Limite la exposición de su hijo y la suya propia a las imágenes de la crisis en los medios de comunicación.
- Haz que tus hijos hablen de lo que oyen y ven.En la medida de lo posible, anime a su hijo a hablar de lo que cree que ha ocurrido y de cómo se siente.
- Ten paciencia cuando te haga las mismas preguntas muchas veces.Los niños suelen utilizar la repetición de información como fuente de consuelo y para dar sentido a lo que ocurre. Intenta ser coherente con las respuestas y la información.
- Enseña a los niños que ser violento o matar a alguien nunca es aceptable.Asegúrate de que sepan que la gente comete errores y hace cosas perjudiciales, pero que la violencia o el daño a otra persona nunca es una forma adecuada de resolver un problema o de expresar los sentimientos y las frustraciones.
- Ayude a los niños a entender que son buenas personas.Hágales saber que usted cree que nunca cometerían un acto tan destructivo, y que ciertamente no son responsables del desastre (como podrían pensar los niños pequeños).
- Hable a sus hijos de los héroes.Señale las cosas extraordinarias que hicieron la policía, los bomberos, los equipos de rescate de emergencia, los héroes cotidianos ante la tragedia, los que responden a la catástrofe y ayudan a controlar la situación después.
- Explica que siempre están ahí para ayudar.Habla de las formas en que el mundo de los adultos fue competente para hacerse cargo cuando se produjo la crisis.
- Anima a tus hijos a utilizar a estos héroes como modelos de conducta.Hágales saber que cuando sean adultos podrán ayudar a la gente y marcar la diferencia en el mundo.
- Explica las cualidades que hacen que alguien sea un héroe.Señala que cualquiera puede ser un héroe si deja de lado sus necesidades personales para ayudar a otros que lo necesitan.
- Enseñar habilidades de afrontamiento
- Si tu hijo parece reacio a hablar, pero crees que está molesto, puedes hacer cualquiera de las siguientes cosas dependiendo de lo que creas que respondería mejor:
- Los niños mayores pueden llevar un diario.Si parecen muy alterados, sugiéreles que anoten sus reacciones y sentimientos sobre lo ocurrido. A continuación, pueden hablar contigo sobre lo que han escrito, si lo desean.
- Los niños más pequeños pueden hacer dibujos.Pueden hablar de lo que han dibujado o representar lo que sienten con marionetas. Puedes leer en voz alta libros infantiles sobre situaciones difíciles a las que los protagonistas se han enfrentado y han sobrevivido.
- Busque formas de participar en actividades de ayuda.Por ejemplo, usted y sus hijos pueden prestar ayuda a las víctimas o recaudar fondos para disminuir los sentimientos de aislamiento, impotencia y desamparo.
- Hable con otros adultos sobre sus sentimientos.No agobie ni abrume a sus hijos. Cuando tengas tus necesidades cubiertas, podrás estar disponible para atender las de tus hijos.

4. Ser un buen modelo de conducta
Los niños se ven influidos por las reacciones de sus padres.Los niños observan atentamente a sus padres para ver la gravedad de los acontecimientos, lo preocupados que deben estar, el peligro que puede haber a su alrededor. Los niños suelen adoptar los mismos sentimientos y comportamientos que sus padres.
Mantenga la calma.Comparta sus sentimientos de forma limitada para que se centre en las necesidades de sus hijos y no se sientan abrumados.
Los niños necesitan su atención.Los niños que están muy estresados pueden tratar de encontrar formas de hacer que los padres se centren en ellos y se alejen de los acontecimientos externos que les quitan la atención a los padres.

5. Implique a su familia en actividades de ayuda
Aporta una sensación de control y esperanza.Hacer algo para ayudar disminuye los sentimientos de aislamiento, impotencia y desamparo.
Escriba cartas a las personas que han contribuido a paliar la crisis.
Únase a los posibles esfuerzos de organizaciones religiosas o comunitarias para contribuir a los afectados directamente por la crisis.

6. Limite la exposición de su hijo a las imágenes de los medios de comunicación
Con la llegada de la cobertura informativa de 24 horas, es posible ver los mismos acontecimientos traumáticos una y otra vez, traumatizando cada vez de nuevo al espectador.
Proteja a su hijo de los detalles e imágenes gráficas de los medios de comunicación.
El visionado de los medios de comunicación puede exagerar los temores. Los niños pueden creer que cada vez que ven una imagen del suceso, éste se repite realmente. También es posible que interpreten mal las imágenes y los comentarios debido a su limitada capacidad para comprender principios y conceptos abstractos.
Vea las noticias con sus hijos en edad escolar y mayores. Si están interesados en saber más sobre la tragedia, vea con ellos para poder hablar de lo que ha visto y oído.

7. Fomentar el debate o la expresión de sentimientos
Los niños necesitan a alguien en quien confiar.Necesitan a alguien que escuche sus preguntas, acepte sus sentimientos y esté ahí para ellos. Una comunicación abierta y atenta con tu hijo le reconfortará y tranquilizará.
No te preocupes por saber exactamente qué decir.No hay una respuesta que haga que todo esté bien por ahora. El silencio de tu parte no les protegerá de lo que está ocurriendo, pero les impedirá entenderlo y afrontarlo.
Ayude a su hijo a entender sus sentimientos
Si observa signos de ansiedad o cree que su hijo está reaccionando a un acontecimiento traumático, puede ayudarle a comprender sus sentimientos, a disminuir su ansiedad y a reducir cualquier expresión sintomática de la misma.
Tome como ejemplo a sus hijos.Ten en cuenta lo que necesitan y lo que piensan y sienten.
Pregúntale a tu hijo qué cree que ha pasado.Si tiene alguna idea equivocada, puedes ayudar a aclarar la realidad. Si conoce detalles molestos que son verdaderos, no los niegue. En lugar de eso, escúchala con atención y deja que hable de sus miedos:
“Cuéntame más sobre eso”. “¿Hay otras cosas que te preocupan ahora mismo?” “¿Qué has oído sobre…?” “¿Qué crees que ha pasado?”
Permitir que afloren las ansiedades
No minimices los miedos y preocupaciones de tu hijo.La ansiedad y cualquier síntoma que la exprese es una forma de decirte que se siente triste, asustado, impotente, etc.
No pasa nada si tus hijos se enfadan.Cuando hablen de cosas que les asustan o perturban, puedes tranquilizarles y ayudarles a sentirse seguros y protegidos.
Utiliza el contacto físico, abrazando, hablando con él, y acepta los comportamientos regresivos. Este comportamiento disminuirá cuando se sienta de nuevo seguro.
Ayude a su hijo a hablar de la crisis.Hágale saber que es normal que se sienta preocupado o molesto. Escuche atentamente para entender lo que realmente está tratando de decir. Ayúdale a utilizar palabras para describir sus sentimientos, como “enfadado”, “triste”, “asustado”, etc. Poner en palabras sus pensamientos y experiencias da a los niños una sensación de control.
Si sus hijos hacen preguntas sobre la seguridad
Proporcionar tranquilidadA menudoquieren saber que su mundo inmediato de la familia y los amigos son seguros ahora. La cantidad de detalles sobre la seguridad en el mundo en general que los niños encontrarán útiles dependerá de su edad.
Antes de responder, pregunta cuáles son las ideas de tus hijos.Entonces podrás abordar los detalles de sus preocupaciones.
siguiente: Comprender la reacción de los niños ante los traumas