Jackira Sheppard siempre quiso trabajar con niños. Su pasión por ayudarles a triunfar es evidente cuando entras en la sala de juniors de la Casa Club de Elkhart.
Sheppard fue ascendido a coordinador de la sala en junio.
“Quería ser maestra de primaria. Siempre he querido ayudar a la comunidad y ayudar a los niños a convertirse en buenos ciudadanos. Simplemente tengo un corazón para los niños”, dijo.
Su filosofía es sencilla. Convertir a los jóvenes afiliados en los líderes que sabe que pueden llegar a ser. A veces eso implica ayudarles a entender que los demás observan atentamente sus acciones.
“Hago saber a algunos de los chicos mayores que son los líderes del aula. Lo que ellos hacen, los demás lo aprenden y empiezan a hacerlo. Es un efecto dominó. Cuando ves a alguien haciendo el bien, se contagia”, dijo Sheppard.
Cuando los miembros tienen un problema, quiere que se sientan cómodos acudiendo a ella en lugar de reaccionar de forma conflictiva con otros miembros. Dice que se esfuerza por conectar con los niños cada día.
“Empieza por ir todas las mañanas a saludarles. Me sé sus nombres y mantengo pequeñas conversaciones cuando llegan por primera vez. Luego, cuando se sobreestimulan, tengo algo en lo que basar la conversación para calmarlos”, explica Sheppard.
Quiere que los niños entiendan que es normal agobiarse de vez en cuando.
“No pasa nada si piden ir a por agua o quedarse en el pasillo unos minutos para calmarse. Luego podemos hablar de ello. Conversar es una buena manera de calmarse. Les gusta hablar, me hablan hasta por los codos”, bromea.
Sheppard sabe que la estructura es importante para los afiliados. Repite las normas cada día, para que sepan lo que se espera de ellos.
“Muchos niños me dicen que se sienten seguros en la sala juvenil. Eso me hace sentir que estoy haciendo lo que he venido a hacer. Quiero que tengan un lugar seguro y personas seguras con las que puedan hablar de cualquier cosa”, afirma.
Sheppard ve potencial en cada niño y quiere que participen en las actividades y programas del Club.
“Hay mucha pasión. Algunos de ellos aún no tienen la capacidad de expresarse como jóvenes líderes. Cuando puedo ayudarles con eso, es inspirador. Aquí hay futuros médicos y profesores, y tengo la suerte de ayudar a inspirarlos. Me encanta”.