Hay algo que impulsa a los profesionales del desarrollo juvenil a pasarse el día trabajando con niños. Para Alma Gutiérrez, es muy sencillo: Le encanta estar con ellos.
Gutiérrez trabaja para nuestra división KidsCare en la escuela primaria Model todas las tardes. Su viaje a KidsCare comenzó en verano, cuando empezó a trabajar en el Campamento Koda, un programa de verano ofrecido a través de KidsCare.
“Tengo que ir de excursión y es muy sencillo: Me encantan los niños”, dice Gutiérrez.
Ha sido paraprofesional en la escuela durante los últimos cinco años. Después de trabajar con el Campamento Koda, decidió que quería mantener la conexión con los niños. Así que, después de un día de trabajo en Model, camina por el pasillo y se asegura de que tengan un espacio seguro al que ir después de clase.
“En vez de irse solos a casa, podemos ofrecerles un lugar seguro. Vi crecer a mis hermanos mientras mi madre trabajaba en el primer y segundo turno”, explica.
Su conexión con la escuela le ayuda con el programa extraescolar.
“Tengo la oportunidad de hablar con sus profesores todos los días, así que puedo preguntarles si hay algo en lo que deberíamos centrarnos durante el tiempo que dedicamos a los deberes”, dice Gutiérrez.
Se esfuerza por establecer vínculos con los niños del programa.
“Me encanta ser alguien con quien pueden hablar si tienen problemas. La confianza que desarrollamos. Incluso cuando tenemos que imponer disciplina, al final del día sigo recibiendo abrazos”, dice Gutiérrez.
Le gusta especialmente ver la creatividad que demuestran los niños durante su tiempo de diversión después del colegio.
“Hay un niño al que le encanta hacer las cosas más locas con copos de cerebro (discos de plástico entrelazados). Me encantan las cosas creativas que se les ocurren”, dice. “Hacemos proyectos artísticos todos los viernes. Me hace mucha ilusión. Di siete clases de arte en el instituto, así que puedo ayudarles con sus proyectos.”