Una parte importante de la experiencia de los Boys & Girls Clubs es contar con mentores adultos y modelos de conducta que ayuden a los miembros a aprender sobre el carácter y el liderazgo. Brian Burciaga se esfuerza por ser esa influencia cuando trabaja con adolescentes de secundaria en el Middlebury Club.
Empezó como voluntario el otoño pasado y decidió unirse al equipo tras disfrutar del tiempo que pasaba con los adolescentes.
“Parecía que disfrutaba mucho como voluntario. Llegó un momento en que venía con tanta frecuencia que pensé: ‘¿Por qué no me pagan por hacer lo que me gusta?
Burciaga no es ajeno al Club. Asistió a Middlebury durante varios años cuando era más joven. Ahora, está consiguiendo influir en la próxima generación de socios del Club.
“Me satisface saber que a otras personas les va bien. Creo que hay muchos chicos que necesitan orientación, y siento que puedo ayudarles a tomar una dirección mejor. Me gusta saber que les va a ir bien”, afirma.
Burciaga dice que se esfuerza por relacionarse con los afiliados de un modo que puedan entender.
“No soy mucho mayor que ellos, así que recuerdo haber pasado por lo mismo que ellos. Creo que confían en mí, y podemos crear vínculos porque puedo reconocer esas luchas”, dijo.
Quiere ayudarles a entender cómo respetar a los demás. Eso incluye a otros miembros, adultos y sus padres. Burciaga dijo que eso ayuda a crear un ambiente positivo en el Club y en otros aspectos de sus vidas.
“Mi objetivo es calmar el ambiente, pero que sigan siendo niños. Quiero que se expresen y se diviertan. Creo que pueden divertirse siendo respetuosos al mismo tiempo”, afirma.
Burciaga dijo que ser respetuoso también ayuda a los miembros a comprender la importancia de la responsabilidad.
“Quiero que se responsabilicen de las cosas que hacen. Creo que les ayuda a aprender sobre la vida. A mí me disciplinaban de niño, pero veo que esas veces me ayudaron a aprender a controlarme. El respeto llega muy lejos para la gente”, afirma.
Aunque Burciaga acaba de iniciar su andadura profesional, disfruta de su tiempo en el Club mientras prosigue su formación en marketing empresarial. Espera que al final de cada día haya ayudado a alguien a reír y sonreír.
“Saber que he convertido su mal día en uno bueno me hace feliz. Aunque yo no haya tenido el mejor día, ellos sí. Eso es un buen día para mí”.