Cocinar la comida para muchos niños cada día puede ser un reto, pero es uno que Lori Bieganski disfruta.
Bieganski es la supervisora de la cafetería del Club de Niños y Niñas del Condado de Elkhart en Goshen. Empezó a trabajar en la organización en mayo para cubrir las comidas de verano, pero ahora dirige la cocina todos los días.
“Mi objetivo es darles algo sano que coman”, dice Bieganski sobre los menús que prepara. “Tenemos estipulaciones y normas sobre lo que podemos servir”.
Antes de llegar al Club, trabajó nueve años en la Escuela Intermedia de Concord, últimamente como encargada de la cocina. Eso la ayudó a prepararse para servir más de 200 comidas diarias en el Club.
“Intento cambiar las cosas. Hacemos desayunos para cenar, lo que les encanta, para mantener las cosas interesantes”, dijo.
También ha puesto en marcha una clase de cocina para ayudar a los niños a sentirse más cómodos en la cocina.
“Estaba nerviosa al principio porque nunca había trabajado directamente con niños de este nivel, pero ha sido genial”, dijo Bieganski. “Nos lo pasamos en grande. Mantengo las recetas sencillas para mantener su atención, pero todavía quiero que aprendan algo”.
Enseña a los niños habilidades básicas como medir, pero dice que el objetivo es ayudarles a sentirse cómodos cocinando algo para alimentarse.
“También quiero que sepan que estar en la cocina puede ser divertido”, dijo Bieganski.
Dice que los miembros le preguntarán un día o dos antes de la clase qué van a crear. A medida que va conociendo a los miembros, son más los que piden ser voluntarios en la cafetería después de las clases.
“Hacen un buen trabajo con una sonrisa en la cara. Me permite conocerlos y conocer sus intereses. No puedo trabajar con ellos todos los días como el resto del personal, así que esto me permite establecer una conexión con ellos”, dijo.